Este ya es el último cap que me quedaba de la novela de Nanatsu de Mothy~ ...¿O no? o.o XD La verdad es que aún queda el capítulo extra~ Si quieren apoyar el siguiente proyecto de EC, que por votaciones creo que será la novela de Conchita, pasen a donar por paypal al siguiente mail: noriko-nori@hotmail.com . Cualquier donación es muy bien recibida n.n
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Capítulo 02: Gula
El Imperio de Beelzenia, conocido como el país con la
cultura culinaria más diversa en la
Región de Evillious.
Eso se debe, probablemente, a la gran contribución de la
aristócrata Banica Conchita.
Ella viajó por todo el mundo obteniendo el conocimiento y la
técnica para preparar los más diversos platos, y trajo todo esto a su propio
país.
Sin embargo su alma, que anhelaba comida sin descanso, terminó invocando a un demonio.
Luego de haber hecho el contrato, ella comienzo a anhelar
alimentos que la humanidad no había probado aún.
La gente no prueba ciertos alimentos porque simplemente no
puede comerlos.
Sin embargo, Conchita no dudó en probar incluso aquellas
cosas.
Con el tiempo la gente empezó a llamarla la “chica de la comida
repulsiva”.
Ella no aguantaba la idea de que hubiese algo en este mundo
que ella no hubiese devorado.
Quiero devorarlo todo… Deseando así, Conchita pensó en apoderarse del mundo con sus propias manos.
Ella trató de devorar el mundo mismo.
Quien terminó con esa ambición fue un simple cocinero.
Ella perdió los poderes del demonio a causa del polvo que él
le hizo comer.
Y luego ella desapareció de Beelzenia.
Ese polvo también era un “Contenedor de los Pecados
Capitales”.
Una sola vez me encontré con Banica Conchita.
Ella fue una persona que vivió alrededor de 200 años antes
de que yo naciera, así que eso sería imposible en circunstancias normales.
Así es. Ese no fue un encuentro normal.
Sucedió cuando todavía era muy pequeño. Esa vez, junto a mi
hermana mayor, nos escapamos del palacio en el que vivíamos y fuimos a jugar a
una playa cercana.
Allí encontramos una pequeña caja. Aquello era una trampa
que había preparado una hechicera, pero en ese tiempo yo no tenía cómo saberlo, así que estúpidamente la abrimos.
De la caja salió una sombra que parecía hecha de niebla.
Aquella sombra era ella ---- Conchita, quien se había transformado en el
“Demonio de la Gula”.
Y entonces ella se acercó a mí, que había abierto la caja…
no, terminó poseyendo a mi hermana mayor, que estaba a mi lado. La revuelta que
se formó a partir de esto fue la causa de que yo tuviese que abandonar el
palacio----.
Siento que hace tiempo que no me detenía a recordar cosas de
cuando estaba vivo. Nunca las olvidaría, pero a estas alturas los recuerdos que
he obtenido luego de morir son muchísimos más. Aun así esos no son más que
“información”. Después de todo aquello que realmente “experimentaste” por ti
mismo tiene un peso diferente en la memoria.
Es decir que es probable que ahora Sickle me enviase a la
tierra por esa misma razón. Para que no sólo tuviera “información” y también
“experimente”. Aunque no tengo cómo saber que resultados conllevará esto.
Los contratistas de los Demonios de los Pecados Capitales y
las historias que ellos forjaron ---- Bueno, entiendo que son un elemento de gran importancia. La causante de que el mundo haya sido destruido…
Esa mujer también era una contratista. Ella llevaba al “Demonio de la Ira” en su propio cuerpo.
Seguramente me encontraré con ella también más adelante.
Pero primero viene… Banica Conchita.
Hansel me llevó a la mansión de Conchita, que se encuentra
en el Imperio de Beelzenia.
Siendo precisos, me llevó al “lugar donde estuvo la mansión
de Conchita”. En realidad este lugar también debería estar en ruinas pero,
igual a como sucedió en Asmodin, habían creado una ilusión de la mansión. Es un
lugar que no me tranquiliza para nada a causa de la innecesariamente roja
pared.
Ya han pasado 20 minutos desde que llegue aquí, pero la
dueña de la mansión no me hace caso alguno y sigue comiendo delante de mí. La
velocidad en la que come es aterradora y, para colmo, los platos sobre la mesa
no disminuyen en lo absoluto.
Obviamente aquella comida tiene que estar hecha de ilusiones, igual que la mansión. ¿Aun así se podrá sentir el sabor que deberían tener?
Distrayendo la mirada de Conchita, intenté probar uno de los platillos. Era
pollo a la barbacoa.
(…Está delicioso.)
Mi cuerpo es etéreo así que, primero que nada, mi estómago no
se siente vacío. Por eso no he comido nada desde hace cientos de años, pero aun
así pude sentir el sabor de la carne. No puedo creer que sea una ilusión.
Bueno, es bastante increíble.
“----No pruebes sin permiso la comida de otros, ¿sí?”
Conchita me penetra con la mirada y detiene mi mano. Parece
que se dio cuenta. Pero es una buena oportunidad para entablar una conversación
con ella. No podría soportar que siguiera comiendo en frente de mí para
siempre.
“Tanto tiempo, Banica Conchita-sama.”
La saludé de forma respetuosa pero, por su parte, Conchita
me mira de forma vacía, como diciendo que no me recuerda.
“¿Acaso nos hemos visto antes?”
“Así es. Más bien fue cuando usted se había transformado en
el Demonio de la Gula. El
príncipe Alexiel del Reino de Lucifenia ---- ¿lo recuerda?”
“…Ah, el chico de aquella vez. El hermanito menor de
Riliane, ¿eh? Lo lamento. Por esa época me hicieron hacer muchas cosas así que
mis recuerdos de aquello son un poco débiles.”
El tono con el que ella dijo “Lo lamento” era idéntico al de
Maylis. Su rostro también es calcado al de Maylis. Parecen gemelas. Se parecen
tanto que no se puede justificar sólo con el hecho de que tienen la misma
sangre. Es eso del “parecido de rostros” del que hablaba el Demonio de la Lujuria. Él no me dijo
porqué pasaba eso. Por supuesto que tampoco estaba entre la información
recolectada por la caja negra. La única información que no existía en esa caja era sobre la creación. No sé si desde un principio no existía o si Sickle la
borró----.
Conchita fue la mujer que hizo un contrato con el Demonio de
la Gula. Sin
embargo, a partir de algún punto ella se volvió diferente al resto de los
contratistas. De forma increíble, ella se convirtió en el mismísimo demonio que
la había poseído cuando estaba al borde de la muerte.
----Y lo logró comiéndose a sí misma.
Sickle me llama “irregular” pero, según yo, Conchita parece
ser alguien bastante más alejado de la norma.
Conchita deja sobre la mesa el cuchillo y el tenedor que
tenía en las manos y suelta un leve suspiro.
“Fu… Como pensé, es inútil. Es delicioso, pero no importa
cuánto coma mi estómago no se llena.”
Bueno, es de esperarse. Aunque un muerto consuma ilusiones
no hay forma de que se sienta satisfecho.
…Sin embargo, ¿estará bien que simplemente la considere “un
muerto”? Lo que tengo frente a mis ojos es el alma de Conchita y al mismo
tiempo es un demonio.
“Bien… Alexiel-kun.”
Ella se voltea hacia mí y vuelve a entablar conversación.
“Dígame Allen.”
“Ya veo. Entonces, Allen-kun, Pollo me dijo antes que al
parecer estás dando vueltas por ahí visitando a aquellos que hicieron un
contrato con algún demonio.”
Pollo ---- Habla de Hansel. Él salió de inmediato de la
habitación después de traerme junto a Conchita.
“No le… ¿no le parece extraño? Que Han ---- Pollo y yo
seamos tan parecidos.”
“¿Eh? ¿Se parecen? ¿Pollo y tú? A mí me parecen bastante
diferentes.”
Eso no puede ser, pero… tal vez ella, al ser un demonio, ve
el mundo de una forma distinta a la mía.
Había algunas cosas que quería preguntarle a Conchita, sobre
ella misma y sobre aquella vez en que nos encontramos en esa playa.
“¿Por qué quiso convertirse en un demonio?”
“…Hubieron varias razones. La primera fue que se volvió inevitable. En
ese momento no tenía otra opción más que hacerlo. Y luego está que yo misma lo
deseaba. Quería cumplir mi deseo de probar el sabor de un demonio.”
Comparándola con Venomania, tal parece que a ella le caigo
mejor. Contesta lo que le pregunto sin vacilar, mientras bebe su vino rojo.
Ella dice que no tuvo otra opción, pero yo sé lo que
sucedió.
“Usted ya tenía una vacuna en su poder.”
“Vacuna… dices. Jujuju, hace tiempo que no escuchaba esa
palabra. Es una que no existía en mi época. Ni en la tuya. Y aun así la usas de
forma natural, igual a como lo hizo el demonio esa vez.”
“¿Hay algún problema con eso?”
“No. Pero… aquellos a
los que se les llama los “Demonios de los Pecados Capitales”. ¿Sabes cuáles son
sus verdaderas identidades?”
“…Más o menos.”
“Ya veo. Entonces debes
entenderlo. Si usamos la lógica nosotros deberíamos ser “sus” sirvientes. Pero
yo no quería serlo. Sea como haya sido, este ya es nuestro mundo. No tenía
intenciones de seguir relacionándome con unos padres que no podían dejar ir a
sus hijos.”
Esto es pura palabrería. Al menos
no hay forma de que en esa época ella supiese esto. Conchita está tratando de
evitar decirme la verdadera razón por la que no usó la vacuna.
Bueno, está bien. Le hice una
pregunta un poco desagradable. La razón por la que ella no quiso usar la vacuna
---- es algo que puedo deducir sin tener que preguntarlo.
Esa “vacuna” era algo muy
importante para ella.
Tanto como para elegirla si la
pones en una balanza junto a su propio cuerpo.
Eso es, en resumen.
“Luego de que se convirtiese en el
nuevo “Demonio de la Gula”
---- usted poseyó a mi hermana mayor, Riliane. Pero, ¿por qué esa vez poseyó a
Riliane y no a mí? Yo fui quien abrió aquella caja.”
Dejé de lado el tema de la vacuna
y pasé a la siguiente pregunta.
“No alcancé a poseerte… No, no es
eso. No podía poseerte.”
“¿Eh?”
“Al convertirme en un demonio
obtuve diversos poderes y conocimientos. Y al mismo tiempo tuve que comenzar a
obedecer las reglas impuestas a los demonios. Las reglas que dictó el abominable
Dios Sol. La regla simplemente… no aplicaba sobre ti.”
“¿Qué dicen esas “reglas”?”
“…Que los padres sólo pueden
influir sobre sus hijos.”
Conchita respondió amablemente mi
pregunta pero siento que está usando palabras abstractas deliberadamente. Al no
haberla conocido cuando era humana no tengo como saber si esa es su forma
normal de hablar o es debido a que se convirtió en un demonio.
“¿Has terminado con tus
preguntas?”
“Sí, eso creo----”
“Entonces me toca a mí hacer
preguntas. Ese murciélago que se encuentra allá arriba ---- el Dios Sol, ¿qué
es lo que está planeando?”
Qué perspicaz es. Ha estado
haciendo como que no le intereso, pero desde el inicio había descifrado mi
identidad. Bueno, si hasta Venomania lo sabía era obvio que ella también.
“…No lo sé. Sólo me ha dicho que
los vaya a ver a ustedes.”
“¿Será verdad eso?”
“No tengo razones para mentir.”
“----Bueno, está bien. Como sea,
ahora que el mundo está como está mi ambición no puede ser concretada. Así que
por mí pueden hacer lo que quieran.”
El tono de su voz fue severo pero
no parece realmente enojada. Conchita se pone de pie sonriendo levemente.
“Si no puedo averiguar el plan del
Dios Sol, entonces ya no tengo más interés en ti. Me iré a dormir un rato.”
“¿No volverá a su contenedor?”
“¿A esa copa? Te lo dije, ¿no? No
estoy obligada a obedecer a “esos”… Ah, cierto. Arte quería verte. Anda a verla
antes de que te vayas.”
“Arte----”
“Probablemente se te haga más
fácil saber de quién hablo si la llamo “Ney”. Bien, adiós.”
En un instante la figura de
Conchita se hizo transparente, como niebla, y luego desapareció.
Igual que el demonio carnero.
“…”
Al voltear a la izquierda me topé
con la puerta por la que salió Hansel anteriormente.
Al otro lado de ella podía
escuchar unas voces conversando.
“----Vamos, ve de una vez. Si no
te apresuras se va a marchar.”
“----Es-espera, ¡no me jales! Lo
sé. Lo sé, pero…”
Yo también, cuando trabajaba de
sirviente en el palacio, solía escuchar detrás de las puertas lo que
conversaban en la “Galería de los Espejos” y en la “Gallería del Sonido”, ¿no?
…Me puse a recordar esas cosas.
Quienes que me acompañaban esas
veces eran mis compañeras sirvientas. Chartette… y también la chica que
probablemente esté al otro lado de la puerta ahora.
Me acerqué a la puerta, tome el
pomo y la abrí de golpe.
“¿¡Wah!?”
“¡¡Waaaaah!!”
Dos sombras que seguramente
estaban apoyadas en la puerta cayeron frente a mí.
Uno de ellos era Hansel, y la otra
era una chica idéntica a mi hermana.
“Hola… “Ney”.”
Ella se pone de pie en cuanto le
dirijo la palabra y sacude el polvo de su falda.
“…”
Por un momento nos miramos sin
decir nada.
“…Lo entiendo. Sé que te debes
sentir incómodo viéndome con esta apariencia.”
“Bueno, sí.”
“Espera un poco.”
Ney levanta ambos brazos y posa de
una forma extraña.
“¡¡Transformación!!”
Una luz envuelve su cuerpo y,
cuando ésta se disipa, hay otra chica allí.
Su cabello conserva el color
dorado que tenía recién, pero ahora está atado a un lado. Sus facciones se
volvieron un poco más duras y también se hizo un poco más alta.
Es aquella que yo conocí, mi antigua colega ---- la figura de Ney
estaba ahí mismo.
“Se te hará más fácil conversar
conmigo así, ¿no? …Aunque no es como que tengamos algo de lo que hablar.”
Eso no es así. Nos reencontramos
después de tanto tiempo. Deberían poder conversar sobre nuestro pasado juntos.
Aun así… yo también lo sé. Esa
conversación no terminaría sólo en cosas divertidas.
“Es suficiente. Me alegro de haber
visto tu rostro al menos, Ney.”
“Me alegra que digas eso… O-oye…”
“¿Eh?”
“…Sobre Michaela, lo sien--- no,
está bien. No es nada. No me viene para nada esto.”
“La Ney que yo conozco se muestra un poco más relajada.”
“¿En serio? …Bueno, al reencarnar
pasan muchas cosas, así que ya no recuerdo qué personalidad tenía cuando fui
Ney.”
La época en la que vivimos ---- ya
pasaron muchos años de aquello. Lo que dice Ney suena bastante razonable. Tengo
la impresión de que yo tampoco podría decir con firmeza que aún conservo la
personalidad que tenía antiguamente.
“Allen, ahora ---- ¿irás a donde
está Riliane?”
“Sí, seguramente será así.”
“Dale mis saludos a ella también.”
“¿No irás a ver a Riliane, Ney?”
“Estoy muy ocupada cuidando de
Banica-sama. El cocinero no ha regresado así que yo debo preparar la comida.”
Así que esos platillos los preparó
Ney.
…No, ya que es una ilusión, ¿acaso
hay necesidad de cocinar en primer lugar?
Bueno, no importa.
“Ya, me voy ahora.”
“Ok… toma esto.”
Ney me extiende algo.
Cuatro espejos ---- el contenedor
que contiene el Pecado Capital de la “Soberbia”.
“Pollo los trajo. Dijo que te los
entregara.”
El tal Pollo está sentado donde
estaba Conchita recién y está comiendo con las manos.
Seguramente Conchita lo regañará
severamente después. Al menos yo espero que lo regañe.
Recibo los espejos de manos de
Ney. Al hacerlo comienzan a vibrar levemente en mis manos.
“----Ahora es mi turno, ¿eh?”
Una voz grave resuena y luego algo
sale de dentro de los espejos.
Es el “Demonio de la Soberbia”, con sus cuatro
alas.
Su figura aparece frente a mí
ahora----.
“…¿Eh?”
El cuerpo del demonio es bastante
más pequeño de lo que yo imaginaba.
Allí se encuentra un animal tan
pequeño que puedo sostenerlo en la palma de mi mano.
“¿Tienes algún problema?”
El pequeño animal que es aquel
demonio me penetra con una mirada llena de dignidad.
Siendo sincero, no intimida para
nada.
“No… sólo pensaba que eres mucho más
pequeño de lo que imaginaba.”
“¡Silencio! ¡¡Es culpa de Held y
Michaela!! Esos malditos. Es una violación total a las reglas el meterse
directamente conmigo ---- Bueno, no importa. Vámonos de una vez. Seguro quieres
encontrarte con tu hermana, ¿no? Jujuju.”
El pequeño animal ríe
descaradamente.
No tiene la pinta para creerse
tanto.
“Sí, sí. Entonces te lo encargo. Señor
Demonio de la Soberbia.”
“¡Es suficiente con un solo “sí”! ----Entonces
vamos. ¡¡Nos iremos volando así que agárrate fuerte!!”
Me aferré al cuerpo del demonio. Al
hacerlo, éste batió sus alas y juntos volamos hacia el cielo.
Atravesamos el techo de la mansión
y nos elevamos alto en el cielo.
Y entonces nos dirigimos a toda velocidad hacia
Lucifenia----.
“…¿Eh? ¡¡Qué lento!!”
El demonio está batiendo sus alas con todas sus fuerzas,
pero la velocidad a la que avanzamos no es muy diferente a si estuviésemos
caminando.
“Hmph… no tengo fuerzas.”
“…De esta forma nos tomará mucho tiempo llegar a Lucifenia,
¿sabes?”
“N-no te preocupes. ¡Me esforzaré! ¡¡Me esforzaré un poco más!!”
¿…Realmente todo estará bien?
---FIN DEL CAPÍTULO
2---