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jueves, 5 de marzo de 2015

Malice Series One-shot - Muriendo

Cuento inspirado en la muerte de Bihter de Amor Prohibido u.u Puxa que fue triste el final ToT Y hermoso, muy hermoso *u* Ya, ahora a la historia XD

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"Muriendo"
por Himutako Mizumi

Etiquetas: shounen-ai
Rating: M (muerte de personaje)


Amor, ¿te acuerdas cuando nos vimos por primera vez? No lo creo. ¿Te acuerdas cuando nos reencontramos? Eso puede ser que sí lo recuerdes. Tu rostro inexpresivo, tus ojos verdes... supe de inmediato que eras tú. Te estaba esperando. Siempre fuiste muy orgulloso, y me dio trabajo conquistarte. Pero cediste, me dejaste estar a tu lado. Me deseaste igual como yo te deseaba. Éramos felices, aunque muchas veces pensaras lo contrario. Puede que no fuese el novio ideal, pero me amabas. Por más que pensaras en apartarte de mí, nunca lo hiciste. Hasta ahora...

Amor, ahora tu cuerpo se ha convertido en algo duro y frío. Una piedra en medio de un prado verde. La nieve se acumuló sobre él, y ya no queda ni siquiera ese verdor que me recordaría a tus ojos. Tus hermosos y fríos ojos que sólo cuando hacían contacto conmigo entraban en calor. Hasta eso me quiere quitar este mundo. ¿Cuánto más quieres hacerme sufrir? ¿Cuánto más me harás pagar por todo lo que he hecho?

Amor, es verdad que te hice mucho daño. Te forcé a estar conmigo cuando aún no me correspondías. Te aterroricé, te hice llorar, te mostré un mundo que no querías conocer... Pero todo valió la pena, ¿no? Eso dijiste antes de partir. ¿Por qué tienes que partir? Haz vuelto a huir, dejándome atrás...

Amor, ahora me encuentro solo otra vez. ¿Es eso lo que querías? ¿No dijiste que me amabas, que nunca me dejarías, que no te arrepentías de haberme amado? ¿Por qué soltaste mi mano en esa habitación de hospital, mientras cerrabas tus ojos? No eres más que un mentiroso... dijiste que jamás me olvidarías ni me dejarías otra vez...

Aunque sé que no eres el culpable, necesito a alguien más a quien culpar. Sé que todo fue mi culpa. Nada malo hubiera pasado si no me hubieras seguido a ese lugar. Todo porque soy un criminal... Pero no sé como más vivir, lo sabes ¿verdad? Nunca fui la persona adecuada para ti, pero aun así deseaba tenerte. Siempre deseé tenerte.

Y ahora, como castigo, me haz dejado atrás otra vez. Mis manos ya no pueden sentir el calor de tu piel. Sólo pueden sentir la frialdad de la piedra congelada. Aunque escarbe la tierra no sirve de nada. ¿¡Por qué huiste de mí una vez más!? Espera... no tienes la culpa... Mi corazón se acelera, me falta la respiración. Ya no puedo mover ni sentir mis dedos.

¿Es mi idea o mi piel se está volviendo azul? No importa. Sólo quiero estar a tu lado. Oye, ¿por qué no me respondes? ¿No me escuchas llorando, aquí, en este lugar? Te estoy llamando. Estoy estirando mi mano hacia ti. No vuelvas a soltarla, por favor. Tómala, vamos. Mi estómago duele, respirar duele. Pero lo hago todo por ti, ¿no te das cuenta? Al final el sufrimiento más grande siempre es el mío, aunque supongo que me lo merezco. Aun así, si pudiera traspasarle este dolor a cualquiera, no me lo pensaría ni un segundo.

Amor, quiero gritar, pero no sale ningún sonido de mi garganta. Araño mi cuello, sintiendo el tracto seco. De todos modos, bien podrían estar engañándome mis sentidos, ya que los dedos los tengo muertos. Azules, totalmente azules. Un poco morados, la verdad. ¿Cuánto tiempo habré pasado aquí? ¿Hace cuánto que llegaste a este lugar? No lo sé. No llevo la cuenta de cuántas veces habré visto salir y ponerse el sol. Sólo puedo permanecer aquí y esperar. Esperar por ti, esperar verte de nuevo. ¿Cuánto más te tardarás?

Pronto mis brazos también dejan de moverse. Mis piernas hace rato que dejaron de funcionar. Mis ojos van cerrándose lentamente. ¿Qué está pasando? Ah, los dioses de la muerte me vienen a buscar, lo sé. ¿Eres tú uno de ellos? Sería bueno que lo fueras. Vamos, toma mi mano. Partamos de aquí. Lejos, muy lejos. Encontrémonos de nuevo. Hago un último esfuerzo para impulsarme sobre la tumba de piedra, que es lo único que queda de ti. Quiero marcharme abrazándote. Ojalá pudiera sentir tu respiración sobre mi piel. ¿Sientes la mía sobre ti? Aprovéchala, que pronto se irá.

Está saliendo el sol de nuevo. Sus rayos se cuelan por entre mis parpados cerrados. Ya no tengo cuerpo. Mi alma se eleva. No te dejaré huir. Otra vez iré a buscarte.


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