Por fin llegaron las historias cortas de EC que mandarían por mail a los que se inscribieran con las contraseñas del CD (versión limitada) de Nanatsu y la novela de Piero *u* Yo compré ambos, así que tuve las contraseñas y así =) El siguiente llegará el 8 de Junio n.n
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Historias cortas del mal
Acto 1
Hace tiempo que no se encontraba
en el “Jardín Celestial”.
Para Behemo, cuyo planeta natal,
Gudonetia, ya no existía, el único lugar al que pudiese llamar hogar que le
quedaba a estas alturas era este.
Atravesó la puerta del
inframundo, y habiendo llegado ahí, lo primero que hizo fue sorprenderse por
los campos de arroz que se extienden a un lado.
Se suponía que no había algo así
en el “Jardín Celestial” que Behemo conocía.
Probablemente era obra de “él”, a
quien tanto le gustaba la agricultura. Así que, como los Centros de
Investigación y la mayoría del equipamiento que existía ellos fueron
abandonados en el “Cementerio”, él decidió hacer un campo de arroz en esa
tierra vacía.
A estas alturas, Behemo no tiene
ya sentimientos de enojo contra eso, pero aun así hay algo que le molesta.
Hay algo que él quiere saber.
¿Qué tipo de progresos ha tenido
el mundo de allá abajo ---el “Tercer Periodo”, durante el tiempo en el que él
estuvo dormido? Para saber eso, antiguamente Behemo poseía un mecanismo de
recolección de memorias, el “Akashic Recorder”.
Sin embargo, eso ahora se
encuentra sellado en el “Cementerio”. Mientras esa tierra llamada Evillious estuviese
cubriéndolo, no sería fácil trasladarse directamente al “Cementerio” desde este
lugar. También existe la posibilidad de que, aunque lograra llegar con éxito,
no pueda volver nunca más aquí. Siendo “él”, sin problemas le pondría una
trampa como esa. Por ahora no tiene la necesidad de ir al “Cementerio”,
teniendo en cuenta esos riesgos.
La “Black Box” que “él” poseía
tenía también las funciones de su Akashic Recorder.
Behemo pensó en tomar eso
prestado. Ya que desempeñándose como el Dios Sol, seguramente “él” no habría abandonado su “Black Box”.
Felizmente, logró divisar
fácilmente esa caja negra. Estaba flotando majestuosamente en medio del campo
de arroz.
(Bueno, en realidad no creo que tenga
la necesidad de esconderla.)
Sólo unos pocos tienen permitido
visitar este lugar. Sólo los dioses como “él” y Behemo, y los que murieron en
el Tercer Periodo pueden llegar aquí. Para los muertos, esta “Black Box” tiene
una tecnología tan avanzada que no podrían manipularla, y hasta ahora Behemo y
Levia habían estado vagando en la superficie. Puede Held que haya llegado aquí,
pero desde el principio había sido aliado de “él”.
Al acercarse a la caja negra, puede
escuchar el débil sonido de su funcionamiento.
“Ru ri ra…… ru ri ra……”
Parece que la Black Box está
funcionando apropiadamente. Seguramente estará grabando la historia del Tercer
Periodo de forma precisa. Si la usa podrá conocer el pasado y el presente de
Evillious.
Al tocar la caja, Behemo se
enfrenta a otro hecho preocupante.
“……no tengo la llave.”
Al medio de la caja hay una
pequeña cerradura. A menos a que meta allí la llave, no podría abrir esta caja.
“Él”, que seguramente tenía la
llave, no se encuentra en los alrededores. Como no siente ni siquiera su
presencia, es posible que se encuentre en la superficie. De todas formas, no
pensaba que “él”, aunque estuviese allí, le prestaría la llave sin objeciones.
Se supone que además tenía un
sistema de emergencia, por si no tienes la llave, para abrir la caja desde
adentro con un protocolo activado por una contraseña, pero, si primero no estás
dentro, no tiene sentido.
(……trataré de inspeccionarla un
poco más.)
Behemo observó a través del canal
del ojo artificial que él mismo traía consigo. Esa es una de las habilidades
especiales que él poseía: es capaz de darle órdenes con su cerebro, para cambiar
los canales y así tener innumerables campos de visión especiales.
Esta vez lo dispuso para observar
a través de la caja. Podría ser que tuviera un método original de abrirla que
ni Behemo conocía, y aunque no fuese así, estaba la alternativa de analizar la
cerradura y crear un duplicado de la llave.
(¿Eh?)
Behemo se dio cuenta---- de que
había alguien dentro de la caja.
Tal parece que es el alma de un
muerto.
No sabe porqué “él” habría
encerrado un alma dentro de la caja, pero de cierta forma le era conveniente. Si
lograba convencerlo apropiadamente, podría abrirla sin tener que esforzarse en
vano.
Viendo a través de la caja
también puso encontrar un método para comunicarse con el alma dentro de ella.
Behemo presiona un botón escondido en la base, y por un costado salió un
micrófono inalámbrico con el que podría hacer llegar su voz adentro de la caja.
“Aló, ¿puedes escucharme?”
Poco después de que Behemo hablara
por el micrófono, una voz llegó de vuelta a través de éste.
“¿…..Sickle?”
Tal parece que el micrófono
también tenía la función de parlante.
No pudo definir si el alma dentro
era de un hombre o una mujer. Esto se debe a que era una voz andrógina, que
podría pertenecer a cualquiera de los dos sexos.
“No tengo el nombre de “Sickle”.
¿Quién es Sickle?”
“……el amo de este lugar.”
“Ah, te refieres a “él”. ¿Por qué
te encuentras encerrado aquí?”
“No lo sé.”
“Tal vez yo podría sacarte de
allí dentro.”
“¿……de qué forma? ¿Quién es
usted?”
“Yo soy Behemo. Soy un antiguo colega
de aquel al que llamas Sickle.”
Entonces el sonido hecho por el
otro se detuvo.
Ya que después de esperar un rato
no obtuvo respuesta, Behemo volvió a hablar por el micrófono.
“¿Dudas de mí?”
“……”
“Oh, bueno, está bien. Partamos
por conocernos el uno al otro. ...... ¿Podrías decirme tu nombre?”
La respuesta no llega.
(…… ¿no será posible?)
Entonces tendría que probar otro
método. Cuando Behemo, pensando así, se dispuso a alejarse por un momento de la
caja, por fin obtuvo una respuesta del alma dentro de la caja.
“……Allen. Soy Allen Avadonia.”
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