[Evillious] Twiright Prank - Parte 1

Se me ocurrió/me dieron ganas de traducir esto por el aniversario del grupo de facebook de Evillious, que será en unos días. Ya tengo el cuento traducido en su totalidad, pero iré publicando un pedazo cada día esta semana, hasta que se me acabe c: Más que nada porque me conviene que este en pedazos XD ¿Por qué? Porque hay una parte de manga que tendrá que ser descargada entremedio, y además esa parte de manga aún no la tengo editada u.u

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Travesura al atardecer

Presi, Ministro de Interior ~Desde el Palacio Real de Lucifenia~

Para mí, la propuesta de esa anciana era un evangelio de Dios y, al mismo tiempo, también era el susurro de un demonio.

La anciana se nombró a sí misma como Abyss I.R. En el hombro, sobre la maltrecha capucha negra, lleva montado un flaco gato rojo. Si no hubiera llevado consigo una carta de presentación de la Emperatriz Prim ---- mi hermana mayor que se casó con el soberano del Reino de Marlon, el “País Azul” ---- seguramente hubiera rechazado cualquier entrevista con la anciana.

Eché a los demás y, al quedarnos los dos solos en la habitación, yo observé el espejo de mano que Abyss I.R. presentó ante mí.

“…Así que este es uno de los famosos “Contenedores de los Pecados Capitales”. Aunque sólo me parece un simple espejo de mano, sin nada inusual.”

El borde de madera tenía grabados hechos con mucho cuidado, pero no era nada ostentoso. La pintura de color marfil, con la que estaba cubierto para dar la impresión de alta calidad, se encuentra desteñida y amarillenta.

Abyss I.R. se me acercó y apuntó la superficie del espejo.

“Eche un vistazo. Puede ver algo parecido a una tenue luz roja, ¿verdad?”

Al echar un vistazo al espejo, sí, creo ver algo rojo reflejándose en él.

“¿Esto es un “demonio”? Aunque no puedo creerlo así tan de pronto…”

“Es libre de creerlo o no. De todas formas, usted no puede darse el lujo de elegir, ¿no, Ministro Presi?”

“……Hmph.”

La verdad es que es exactamente como dice Abyss I.R.; yo estoy en una situación muy delicada aquí, al interior del Palacio Real de Lucifenia.

Mi nombre es Presi. Desempeño el cargo de Ministro del Interior aquí en el Reino de Lucifenia, el “País Amarillo”.

Tengo la gran pretensión de contribuir a que este país florezca, pero, al parecer, mi reputación frente al pueblo no es muy buena. Esto se debe a que ese que funciona sólo con su astucia, Genesia, usurpó mis logros y, por el contrario, me impone la responsabilidad de sus propios errores. Seguramente que, si no fuera por él, a estas alturas yo sería el Primer Ministro y habría arreglado las políticas nacionales.

Actualmente, el sistema de este país está comenzando a cambiar en gran medida. Esto se debe a que el Gran Rey Arth I murió por una enfermedad.

El Rey Arth tuvo dos hijos gemelos: la hermana mayor, la Princesa Riliane, y el hermano menor, el Príncipe Alexiel. Se decidió que el Príncipe Alexiel sería el sucesor del trono, siguiendo la última voluntad del difunto rey, pero aún es sólo un niño de 6 años y es demasiado joven para encargarse de los asuntos de la nación. Así que se eligió a un guardián para él mientras aún no tenga la edad adecuada para reinar, y fue nada más ni nada menos que Genesia, el Primer Ministro.

Siendo el guardián del príncipe tienes permitido servirle directamente a la Reina Anne, su madre. Ella tiene tanto talento como el Rey Arth, en diferentes áreas, y, al igual que él, es quien más ama este país. Lo ama más que a nada en este mundo. Se dice que hace tiempo una Primera Ministra del país vecino de Elphegort contribuyó enormemente al desarrollo de dicha nación y, al parecer, en Marlon mi hermana Prim está alzando la voz y aumentando sus influencias poco a poco. En los últimos años se ha hecho cada vez más común la presencia de mujeres en cargos políticos.

De hecho, Genesia logró engañar a la Reina y a sus consejeros y los convenció de darle el trabajo de guardián.

Como sea, no es una situación favorable para mí. Desde niños que competimos por el éxito con Genesia. Somos como el perro y el gato. No quiero perder ante él por ningún motivo. Pero si las cosas siguen así, el poder real de Genesia se volverá absoluto. Y, por el contrario, yo terminaré en la terrible situación de seguir comiendo las sobras de Genesia. Sería una humillación intolerable para alguien como yo, que hasta ahora ha estado empeñado en superarse.

Con esto seguramente mi hermana volverá a burlarse de mí. Seguramente ella me mirará con esos fríos ojos que parecieran despreciarte profundamente. Y luego dirá con decepción:

“Tú no estás hecho para mandar sobre los demás”.

Todo menos eso. Seré exitoso en este país, porque necesito que mi hermana reconozca mi valor.

Mi hermana mayor es una persona aterradora. Seguramente se ha dado cuenta que estoy impaciente con la situación actual. Por eso mismo me está entregando este Contenedor del Pecado Capital a través de esta anciana y está intentando transferirme este terrible contrato. Obviamente no lo hace por amor a su hermano menor que vive en un país tan apartado del suyo.

“…Es decir que la Emperatriz Prim está intentando apoderarse de este país, Lucifenia, a través de mí.”

“¿Será así? Las viejas como yo no entendemos mucho de los asuntos políticos.”

Al decir eso, Abyss I.R. arrugó su rostro en una sonrisa. El gato rojo sobre su hombro maulló acompañando su gesto.

“Anciana, ¿quién eres tú? No me dirás que sólo eres una sirvienta de la familia real de Marlon.”

“Bueno, podría decirse que soy la “hechicera” al servicio de la Emperatriz, aunque la mayoría de los humanos no creen en alguien que dice utilizar la magia.”

“…No. No sé cómo será en Marlon, pero aquí en Lucifenia no reaccionamos así ante ese asunto.”

Ya veo, es una “hechicera”. Entonces es probable que la historia que me ha contado hasta ahora no sea sólo un rumor curioso.

En Lucifenia también tenemos una hechicera, de nombre Elluka. Es una mujer joven y hermosa, pero también aterradora. Antes de conocerla no dudaba de que la magia sólo existía en los cuentos de hadas.

Sin embargo, ella exhibió uno tras otro esos “sucesos de los cuentos de hadas” ante los soldados y los ministros de Lucifenia. Esas irreales escenas fueron suficientes para revertir las creencias que tenía hasta ese momento.

Recuerdo que, cuando mi hermana también vivía en Lucifenia, ella fue bastante cercana a Elluka. Parecía más fascinada que nadie con la magia de Elluka, así que le pidió que le diese lecciones de cómo realizar hechizos sencillos (Por lo que escuché de Elluka después, parece que mi hermana mayor tenía un talento considerable para la magia).

Sin embargo, tal parece que esas lecciones terminaron a medias cuando mi hermana se casó y se marchó a Marlon.

Mi hermana, que conoce tan bien el poder de Elluka, no nombraría “hechicera” a una charlatana. Sin dudas, Abyss I.R. debe tener el poder mágico necesario para al menos llevar a cabo el contrato.

“Ya veo. Este país tiene a esa Elluka, ¿verdad?”

El pelaje del gato rojo pareció erizarse un poco, en contraste a la anciana cuya expresión no cambió ni un ápice.

“Sin embargo, puede que eso sea un poco problemático.”

“¿Por qué?”

“Puede que esa hechicera lo note si lo hacemos dentro del palacio. Debemos llevar al príncipe al exterior de alguna forma.”

“Ya veo. Pero, si es así, yo tengo una idea.”

“Vaya, vaya, ¿cuál sería?”

“Tal parece que esos hermanos escapan del palacio de vez en cuando y juegan en una costa cercana. No sé cómo es que escapan, pero de todas formas es algo que puede lograr un niño. Si le ordeno a mis subordinados que los vigilen no habrá forma de que no los vean saliendo.”

“Quieres decir que debemos aprovechar cuando salgan solos a esa playa. Muy bien, entonces debería ir a hacer los preparativos, ¿no? Jujuju…”

“Oye, ese contrato realmente fun--…”

Cuando traté de cerciorarme por última vez, la figura de Abyss I.R. ya no se encontraba en la habitación.

Lo que voy a hacer ahora es una traición al reino y un acto que se aleja del camino de los hombres. Al pensar aquello no puedo detener el temblor que recorre mi cuerpo.

(Sin embargo, ya no puedo echarme atrás.)

Yo estaré al centro de este reino. Le ganaré a Genesia, a quien tanto odio. Lo haré incluso si mi hermana sólo me está usando. Lo haré incluso si tengo que entregarme al “mal”.

Para lograrlo necesito que el Príncipe Alexiel sea poseído por el “Demonio del Pecado Capital” y se convierta en mi marioneta.