Hoy llegó el tercer capítulo de las historias cortas de Nemurase y lo traduje de inmediato =D Ok, no tan de inmediato porque mi PC me hace la guerra desde hace unas semanas ¬¬ Pero aquí está, el mismo día XD Este cap revela cosas sobre Mayrana n.n El siguiente llegará el 24 de Diciembre *o*
*************
Nemurase-hime
kara no Okurimono
Historias cortas:
Capítulo 3
Yo no sé mucho
sobre los origenes de Mayrana Blossom.
Antiguamente
vivía en el Imperio de Belzenia, pero, al parecer, allí Santa Claus descubrió
su talento para la magia y se hizo su aprendiz.
De acuerdo a
Santa Claus, tal parece que en realidad sólo rara vez existen personas con
tanto ingenio de hechicera como Mayrana. En tiempos antiguos, casi todas las
familias que poseían talento para la magia se encontraban en el Reino Mágico de
Levianta, sin excepción. Sin embargo, debido al “Desastre de Levianta”, la
mayoría de esos clanes terminaron por extinguirse.
La primera vez
que me encontré con Mayrana, ella ya se llamaba a sí misma “la Cuarta: la
Sombra”. A pesar de que los miembros de Pere Noel eran sólo ella y Santa Claus,
por alguna razón ella escogió el nombre de “la Cuarta”. Es debido a que la
bruja de tiempos antiguos a la que ella admiraba, “Meta Salmhofer”, era la
cuarta de los miembros de la organización a la que ella pertenecía,
“Apocalypse”.
Yo admiraba a
Santa Claus y también a Mayrana, por lo que aspiraba a ser su aprendiz, pero al
final no me convertí totalmente en una hechicera. Aún ahora no puedo olvidar
esa mirada de desprecio de Mayrana cuando fui excomulgada una vez por Santa
Claus.
Por eso, cuando
Mayrana apareció en esta tienda para pedir mi poder, yo la recibí sintiendo un
cierto sentimiento de superioridad.
“Tal parece que
hasta Mayrana-senpai no conoce una magia para cambiar el propio rostro, ¿no?”
Parece que
Mayrana se puso un poco de mal humor, ante mi intento ser lo más cínica posible.
“… … Ese poder
que tienes no es tuyo de verdad, ¿no? Nunca olvides que es sólo un poder que
tomaste prestado de esa persona ---- el poder del 『demonio de la lujuria』. Porque, después de todo, sólo estás
siendo mantenida aquí por la compasión de esa persona.”
Era un tono de
voz calmado y respetuoso, pero yo sabía que había una porción de odio y celos
allí.
Santa Claus no le
concedió un “recipiente de los pecados capitales” a Mayrana. Eso debido a que
juzgó que no había necesidad de darle más poder a alguien como ella, que ya era
una talentosa hechicera. Pero parece que Mayrana estaba disconforme con eso.
Se preguntaba
“¿por qué le concede un recipiente a esa forma de vida inferior y no a mí?”.
Mayrana adoraba a
Santa Claus. Desde mi punto de vista, era tanta que me parecía extraña. Ella
usaba las mismas ropas que Santa Claus, prefería usar los mismos maquillajes, y
tenía el mismo menú para comer. Puede que Mayrana hiciera así para demostrar su
lealtad hacia Santa Claus, pero tal parece que últimamente a Santa Claus
comenzó a desagradarle Mayrana, que tanto trata de identificarse con ella. Con
el pretexto de una misión, terminó mandando lejos a Mayrana, a la apartada
tierra de Marigod.
Y esa chica dice
que desea cambiar su rostro.
Sin preguntarle, yo
ya sabía a la cara de quien quería cambiarla.
“Deseo que hagas
que mi cara sea igual a la de esa persona. Igual desde la altura de la nariz
hasta la cantidad de arrugas. Te pagaré el doble de lo normal.”
Ese dinero,
probablemente, servía también como soborno para que no hablara de ello con
Santa Claus.
No tiene sentido.
Es algo que ella sabrá de inmediato en cuanto se la encuentre directamente.
Puede que, para
Mayrana, eso diera lo mismo. Ella también sabía que, una vez que cambias tu
cara, nunca podrás devolverla a como era antes. En pocas palabras, eso quiere
decir que no tengo que acusarla hasta que cambie su rostro.
“Entonces, venga
por aquí……”
Yo asentí y la
guié al interior de la tienda.
“Le pido que sea
rápida.”
Mayrana se acostó
en la cama antes de que yo le indicara hacerlo.
“Lo sé.”
Yo convoqué al
“demonio de la lujuria” de la Espada Venom.
Todo terminó, y
Mayrana confirmaba el aspecto de su rostro en el espejo.
Yo veía como ese
rostro se iba sonrojando en un instante. Seguramente yo mostré una débil
sonrisa en ese momento.
“… … ¿Qué
significa esto?”
Mayrana voltea la
cabeza y me mira frunciendo el ceño.
“Te pareces
mucho, ¿no? A esa persona.”
“¡Creo haberte
dicho que quería que “la hicieras igual”! Ciertamente me parezco, pero ---- esto
es un poco diferente. ¡También el tamaño de los ojos! ¡Hasta el grosor de los
labios! …... ¡¡De esta forma, no puedo decir que soy igual a esa persona,
¿verdad?!!”
“Vaya, vaya, lo
lamento por eso, senpai. De todas formas, yo soy una pobre e inferior
estudiante. Tal parece que no me resulta perfecto del todo.”
Por supuesto, eso
era mentira. Teniendo el poder del demonio, es fácil hacer algo como hacer que
un rostro sea igual al de un sujeto en específico.
Sin embargo, no
lo hice así apropósito.
“¡Hazlo de nuevo,
una vez más!”
“Eso es
imposible, senpai. Cada uno puede cambiar su rostro una sola vez. Naturalmente,
si dice que no le importa ser poseída por el demonio, eso es otra cosa.”
“Maldición… …”
Mientras
observaba a Mayrana temblar de ira, susurré dentro de mi corazón: “Te lo
mereces”.
Tal parece que la
“Cuarta: la Sombra”, Mayrana, fue mandada por el alcalde de Calgaround, que
ahora se encuentra en la Meseta de Marigod. Ella hasta se está llamando a sí
misma por el mismo nombre, Santa Claus.
Ella no se curará
de su enfermedad llamada “crisis de identidad” hasta que muera, seguramente.
Escuché rumores
de que últimamente ella está en contacto con la llamada “Princesa que trae el
sueño”. Su objetivo es obvio. Como pensé, seguramente Mayrana desea tener
también un “recipiente de los pecados capitales”. Es decir, es su rivalidad
conmigo.
(… … Sin embargo,
¿estará bien llamar “recipiente de los pecados capitales” a eso?)
No parece que ya
vayan a venir clientes hoy. Yo me puse de pie hacer los preparativos para el
cierre de la tienda.
Sin embargo, en
ese momento, oí el sonido de alguien tocando a la puerta.
(¿Será un
cliente? Qué molestia. Si es así, sería bueno que entrara por su cuenta)
Caminé sin ganas
hasta la entrada y abrí la puerta.
“Vaya……”
El que se
encontraba parado allí era uno de mis compañeros, llamado “el Sexto: Venom”.
Era Gatt Colomb.
Nemurase-hime
kara no Okurimono
Historias cortas:
Capítulo 3
Yo no sé mucho
sobre los origenes de Mayrana Blossom.
Antiguamente
vivía en el Imperio de Belzenia, pero, al parecer, allí Santa Claus descubrió
su talento para la magia y se hizo su aprendiz.
De acuerdo a
Santa Claus, tal parece que en realidad sólo rara vez existen personas con
tanto ingenio de hechicera como Mayrana. En tiempos antiguos, casi todas las
familias que poseían talento para la magia se encontraban en el Reino Mágico de
Levianta, sin excepción. Sin embargo, debido al “Desastre de Levianta”, la
mayoría de esos clanes terminaron por extinguirse.
La primera vez
que me encontré con Mayrana, ella ya se llamaba a sí misma “la Cuarta: la
Sombra”. A pesar de que los miembros de Pere Noel eran sólo ella y Santa Claus,
por alguna razón ella escogió el nombre de “la Cuarta”. Es debido a que la
bruja de tiempos antiguos a la que ella admiraba, “Meta Salmhofer”, era la
cuarta de los miembros de la organización a la que ella pertenecía,
“Apocalypse”.
Yo admiraba a
Santa Claus y también a Mayrana, por lo que aspiraba a ser su aprendiz, pero al
final no me convertí totalmente en una hechicera. Aún ahora no puedo olvidar
esa mirada de desprecio de Mayrana cuando fui excomulgada una vez por Santa
Claus.
Por eso, cuando
Mayrana apareció en esta tienda para pedir mi poder, yo la recibí sintiendo un
cierto sentimiento de superioridad.
“Tal parece que
hasta Mayrana-senpai no conoce una magia para cambiar el propio rostro, ¿no?”
Parece que
Mayrana se puso un poco de mal humor, ante mi intento ser lo más cínica posible.
“… … Ese poder
que tienes no es tuyo de verdad, ¿no? Nunca olvides que es sólo un poder que
tomaste prestado de esa persona ---- el poder del 『demonio de la lujuria』. Porque, después de todo, sólo estás
siendo mantenida aquí por la compasión de esa persona.”
Era un tono de
voz calmado y respetuoso, pero yo sabía que había una porción de odio y celos
allí.
Santa Claus no le
concedió un “recipiente de los pecados capitales” a Mayrana. Eso debido a que
juzgó que no había necesidad de darle más poder a alguien como ella, que ya era
una talentosa hechicera. Pero parece que Mayrana estaba disconforme con eso.
Se preguntaba
“¿por qué le concede un recipiente a esa forma de vida inferior y no a mí?”.
Mayrana adoraba a
Santa Claus. Desde mi punto de vista, era tanta que me parecía extraña. Ella
usaba las mismas ropas que Santa Claus, prefería usar los mismos maquillajes, y
tenía el mismo menú para comer. Puede que Mayrana hiciera así para demostrar su
lealtad hacia Santa Claus, pero tal parece que últimamente a Santa Claus
comenzó a desagradarle Mayrana, que tanto trata de identificarse con ella. Con
el pretexto de una misión, terminó mandando lejos a Mayrana, a la apartada
tierra de Marigod.
Y esa chica dice
que desea cambiar su rostro.
Sin preguntarle, yo
ya sabía a la cara de quien quería cambiarla.
“Deseo que hagas
que mi cara sea igual a la de esa persona. Igual desde la altura de la nariz
hasta la cantidad de arrugas. Te pagaré el doble de lo normal.”
Ese dinero,
probablemente, servía también como soborno para que no hablara de ello con
Santa Claus.
No tiene sentido.
Es algo que ella sabrá de inmediato en cuanto se la encuentre directamente.
Puede que, para
Mayrana, eso diera lo mismo. Ella también sabía que, una vez que cambias tu
cara, nunca podrás devolverla a como era antes. En pocas palabras, eso quiere
decir que no tengo que acusarla hasta que cambie su rostro.
“Entonces, venga
por aquí……”
Yo asentí y la
guié al interior de la tienda.
“Le pido que sea
rápida.”
Mayrana se acostó
en la cama antes de que yo le indicara hacerlo.
“Lo sé.”
Yo convoqué al
“demonio de la lujuria” de la Espada Venom.
Todo terminó, y
Mayrana confirmaba el aspecto de su rostro en el espejo.
Yo veía como ese
rostro se iba sonrojando en un instante. Seguramente yo mostré una débil
sonrisa en ese momento.
“… … ¿Qué
significa esto?”
Mayrana voltea la
cabeza y me mira frunciendo el ceño.
“Te pareces
mucho, ¿no? A esa persona.”
“¡Creo haberte
dicho que quería que “la hicieras igual”! Ciertamente me parezco, pero ---- esto
es un poco diferente. ¡También el tamaño de los ojos! ¡Hasta el grosor de los
labios! …... ¡¡De esta forma, no puedo decir que soy igual a esa persona,
¿verdad?!!”
“Vaya, vaya, lo
lamento por eso, senpai. De todas formas, yo soy una pobre e inferior
estudiante. Tal parece que no me resulta perfecto del todo.”
Por supuesto, eso
era mentira. Teniendo el poder del demonio, es fácil hacer algo como hacer que
un rostro sea igual al de un sujeto en específico.
Sin embargo, no
lo hice así apropósito.
“¡Hazlo de nuevo,
una vez más!”
“Eso es
imposible, senpai. Cada uno puede cambiar su rostro una sola vez. Naturalmente,
si dice que no le importa ser poseída por el demonio, eso es otra cosa.”
“Maldición… …”
Mientras
observaba a Mayrana temblar de ira, susurré dentro de mi corazón: “Te lo
mereces”.
Tal parece que la
“Cuarta: la Sombra”, Mayrana, fue mandada por el alcalde de Calgaround, que
ahora se encuentra en la Meseta de Marigod. Ella hasta se está llamando a sí
misma por el mismo nombre, Santa Claus.
Ella no se curará
de su enfermedad llamada “crisis de identidad” hasta que muera, seguramente.
Escuché rumores
de que últimamente ella está en contacto con la llamada “Princesa que trae el
sueño”. Su objetivo es obvio. Como pensé, seguramente Mayrana desea tener
también un “recipiente de los pecados capitales”. Es decir, es su rivalidad
conmigo.
(… … Sin embargo,
¿estará bien llamar “recipiente de los pecados capitales” a eso?)
No parece que ya
vayan a venir clientes hoy. Yo me puse de pie hacer los preparativos para el
cierre de la tienda.
Sin embargo, en
ese momento, oí el sonido de alguien tocando a la puerta.
(¿Será un
cliente? Qué molestia. Si es así, sería bueno que entrara por su cuenta)
Caminé sin ganas
hasta la entrada y abrí la puerta.
“Vaya……”
El que se
encontraba parado allí era uno de mis compañeros, llamado “el Sexto: Venom”.
Era Gatt Colomb.
Nemurase-hime
kara no Okurimono
Historias cortas:
Capítulo 3
Yo no sé mucho
sobre los origenes de Mayrana Blossom.
Antiguamente
vivía en el Imperio de Belzenia, pero, al parecer, allí Santa Claus descubrió
su talento para la magia y se hizo su aprendiz.
De acuerdo a
Santa Claus, tal parece que en realidad sólo rara vez existen personas con
tanto ingenio de hechicera como Mayrana. En tiempos antiguos, casi todas las
familias que poseían talento para la magia se encontraban en el Reino Mágico de
Levianta, sin excepción. Sin embargo, debido al “Desastre de Levianta”, la
mayoría de esos clanes terminaron por extinguirse.
La primera vez
que me encontré con Mayrana, ella ya se llamaba a sí misma “la Cuarta: la
Sombra”. A pesar de que los miembros de Pere Noel eran sólo ella y Santa Claus,
por alguna razón ella escogió el nombre de “la Cuarta”. Es debido a que la
bruja de tiempos antiguos a la que ella admiraba, “Meta Salmhofer”, era la
cuarta de los miembros de la organización a la que ella pertenecía,
“Apocalypse”.
Yo admiraba a
Santa Claus y también a Mayrana, por lo que aspiraba a ser su aprendiz, pero al
final no me convertí totalmente en una hechicera. Aún ahora no puedo olvidar
esa mirada de desprecio de Mayrana cuando fui excomulgada una vez por Santa
Claus.
Por eso, cuando
Mayrana apareció en esta tienda para pedir mi poder, yo la recibí sintiendo un
cierto sentimiento de superioridad.
“Tal parece que
hasta Mayrana-senpai no conoce una magia para cambiar el propio rostro, ¿no?”
Parece que
Mayrana se puso un poco de mal humor, ante mi intento ser lo más cínica posible.
“… … Ese poder
que tienes no es tuyo de verdad, ¿no? Nunca olvides que es sólo un poder que
tomaste prestado de esa persona ---- el poder del 『demonio de la lujuria』. Porque, después de todo, sólo estás
siendo mantenida aquí por la compasión de esa persona.”
Era un tono de
voz calmado y respetuoso, pero yo sabía que había una porción de odio y celos
allí.
Santa Claus no le
concedió un “recipiente de los pecados capitales” a Mayrana. Eso debido a que
juzgó que no había necesidad de darle más poder a alguien como ella, que ya era
una talentosa hechicera. Pero parece que Mayrana estaba disconforme con eso.
Se preguntaba
“¿por qué le concede un recipiente a esa forma de vida inferior y no a mí?”.
Mayrana adoraba a
Santa Claus. Desde mi punto de vista, era tanta que me parecía extraña. Ella
usaba las mismas ropas que Santa Claus, prefería usar los mismos maquillajes, y
tenía el mismo menú para comer. Puede que Mayrana hiciera así para demostrar su
lealtad hacia Santa Claus, pero tal parece que últimamente a Santa Claus
comenzó a desagradarle Mayrana, que tanto trata de identificarse con ella. Con
el pretexto de una misión, terminó mandando lejos a Mayrana, a la apartada
tierra de Marigod.
Y esa chica dice
que desea cambiar su rostro.
Sin preguntarle, yo
ya sabía a la cara de quien quería cambiarla.
“Deseo que hagas
que mi cara sea igual a la de esa persona. Igual desde la altura de la nariz
hasta la cantidad de arrugas. Te pagaré el doble de lo normal.”
Ese dinero,
probablemente, servía también como soborno para que no hablara de ello con
Santa Claus.
No tiene sentido.
Es algo que ella sabrá de inmediato en cuanto se la encuentre directamente.
Puede que, para
Mayrana, eso diera lo mismo. Ella también sabía que, una vez que cambias tu
cara, nunca podrás devolverla a como era antes. En pocas palabras, eso quiere
decir que no tengo que acusarla hasta que cambie su rostro.
“Entonces, venga
por aquí……”
Yo asentí y la
guié al interior de la tienda.
“Le pido que sea
rápida.”
Mayrana se acostó
en la cama antes de que yo le indicara hacerlo.
“Lo sé.”
Yo convoqué al
“demonio de la lujuria” de la Espada Venom.
Todo terminó, y
Mayrana confirmaba el aspecto de su rostro en el espejo.
Yo veía como ese
rostro se iba sonrojando en un instante. Seguramente yo mostré una débil
sonrisa en ese momento.
“… … ¿Qué
significa esto?”
Mayrana voltea la
cabeza y me mira frunciendo el ceño.
“Te pareces
mucho, ¿no? A esa persona.”
“¡Creo haberte
dicho que quería que “la hicieras igual”! Ciertamente me parezco, pero ---- esto
es un poco diferente. ¡También el tamaño de los ojos! ¡Hasta el grosor de los
labios! …... ¡¡De esta forma, no puedo decir que soy igual a esa persona,
¿verdad?!!”
“Vaya, vaya, lo
lamento por eso, senpai. De todas formas, yo soy una pobre e inferior
estudiante. Tal parece que no me resulta perfecto del todo.”
Por supuesto, eso
era mentira. Teniendo el poder del demonio, es fácil hacer algo como hacer que
un rostro sea igual al de un sujeto en específico.
Sin embargo, no
lo hice así apropósito.
“¡Hazlo de nuevo,
una vez más!”
“Eso es
imposible, senpai. Cada uno puede cambiar su rostro una sola vez. Naturalmente,
si dice que no le importa ser poseída por el demonio, eso es otra cosa.”
“Maldición… …”
Mientras
observaba a Mayrana temblar de ira, susurré dentro de mi corazón: “Te lo
mereces”.
Tal parece que la
“Cuarta: la Sombra”, Mayrana, fue mandada por el alcalde de Calgaround, que
ahora se encuentra en la Meseta de Marigod. Ella hasta se está llamando a sí
misma por el mismo nombre, Santa Claus.
Ella no se curará
de su enfermedad llamada “crisis de identidad” hasta que muera, seguramente.
Escuché rumores
de que últimamente ella está en contacto con la llamada “Princesa que trae el
sueño”. Su objetivo es obvio. Como pensé, seguramente Mayrana desea tener
también un “recipiente de los pecados capitales”. Es decir, es su rivalidad
conmigo.
(… … Sin embargo,
¿estará bien llamar “recipiente de los pecados capitales” a eso?)
No parece que ya
vayan a venir clientes hoy. Yo me puse de pie hacer los preparativos para el
cierre de la tienda.
Sin embargo, en
ese momento, oí el sonido de alguien tocando a la puerta.
(¿Será un
cliente? Qué molestia. Si es así, sería bueno que entrara por su cuenta)
Caminé sin ganas
hasta la entrada y abrí la puerta.
“Vaya……”
El que se
encontraba parado allí era uno de mis compañeros, llamado “el Sexto: Venom”.
Era Gatt Colomb.
Nemurase-hime
kara no Okurimono
Historias cortas:
Capítulo 3
Yo no sé mucho
sobre los origenes de Mayrana Blossom.
Antiguamente
vivía en el Imperio de Belzenia, pero, al parecer, allí Santa Claus descubrió
su talento para la magia y se hizo su aprendiz.
De acuerdo a
Santa Claus, tal parece que en realidad sólo rara vez existen personas con
tanto ingenio de hechicera como Mayrana. En tiempos antiguos, casi todas las
familias que poseían talento para la magia se encontraban en el Reino Mágico de
Levianta, sin excepción. Sin embargo, debido al “Desastre de Levianta”, la
mayoría de esos clanes terminaron por extinguirse.
La primera vez
que me encontré con Mayrana, ella ya se llamaba a sí misma “la Cuarta: la
Sombra”. A pesar de que los miembros de Pere Noel eran sólo ella y Santa Claus,
por alguna razón ella escogió el nombre de “la Cuarta”. Es debido a que la
bruja de tiempos antiguos a la que ella admiraba, “Meta Salmhofer”, era la
cuarta de los miembros de la organización a la que ella pertenecía,
“Apocalypse”.
Yo admiraba a
Santa Claus y también a Mayrana, por lo que aspiraba a ser su aprendiz, pero al
final no me convertí totalmente en una hechicera. Aún ahora no puedo olvidar
esa mirada de desprecio de Mayrana cuando fui excomulgada una vez por Santa
Claus.
Por eso, cuando
Mayrana apareció en esta tienda para pedir mi poder, yo la recibí sintiendo un
cierto sentimiento de superioridad.
“Tal parece que
hasta Mayrana-senpai no conoce una magia para cambiar el propio rostro, ¿no?”
Parece que
Mayrana se puso un poco de mal humor, ante mi intento ser lo más cínica posible.
“… … Ese poder
que tienes no es tuyo de verdad, ¿no? Nunca olvides que es sólo un poder que
tomaste prestado de esa persona ---- el poder del 『demonio de la lujuria』. Porque, después de todo, sólo estás
siendo mantenida aquí por la compasión de esa persona.”
Era un tono de
voz calmado y respetuoso, pero yo sabía que había una porción de odio y celos
allí.
Santa Claus no le
concedió un “recipiente de los pecados capitales” a Mayrana. Eso debido a que
juzgó que no había necesidad de darle más poder a alguien como ella, que ya era
una talentosa hechicera. Pero parece que Mayrana estaba disconforme con eso.
Se preguntaba
“¿por qué le concede un recipiente a esa forma de vida inferior y no a mí?”.
Mayrana adoraba a
Santa Claus. Desde mi punto de vista, era tanta que me parecía extraña. Ella
usaba las mismas ropas que Santa Claus, prefería usar los mismos maquillajes, y
tenía el mismo menú para comer. Puede que Mayrana hiciera así para demostrar su
lealtad hacia Santa Claus, pero tal parece que últimamente a Santa Claus
comenzó a desagradarle Mayrana, que tanto trata de identificarse con ella. Con
el pretexto de una misión, terminó mandando lejos a Mayrana, a la apartada
tierra de Marigod.
Y esa chica dice
que desea cambiar su rostro.
Sin preguntarle, yo
ya sabía a la cara de quien quería cambiarla.
“Deseo que hagas
que mi cara sea igual a la de esa persona. Igual desde la altura de la nariz
hasta la cantidad de arrugas. Te pagaré el doble de lo normal.”
Ese dinero,
probablemente, servía también como soborno para que no hablara de ello con
Santa Claus.
No tiene sentido.
Es algo que ella sabrá de inmediato en cuanto se la encuentre directamente.
Puede que, para
Mayrana, eso diera lo mismo. Ella también sabía que, una vez que cambias tu
cara, nunca podrás devolverla a como era antes. En pocas palabras, eso quiere
decir que no tengo que acusarla hasta que cambie su rostro.
“Entonces, venga
por aquí……”
Yo asentí y la
guié al interior de la tienda.
“Le pido que sea
rápida.”
Mayrana se acostó
en la cama antes de que yo le indicara hacerlo.
“Lo sé.”
Yo convoqué al
“demonio de la lujuria” de la Espada Venom.
Todo terminó, y
Mayrana confirmaba el aspecto de su rostro en el espejo.
Yo veía como ese
rostro se iba sonrojando en un instante. Seguramente yo mostré una débil
sonrisa en ese momento.
“… … ¿Qué
significa esto?”
Mayrana voltea la
cabeza y me mira frunciendo el ceño.
“Te pareces
mucho, ¿no? A esa persona.”
“¡Creo haberte
dicho que quería que “la hicieras igual”! Ciertamente me parezco, pero ---- esto
es un poco diferente. ¡También el tamaño de los ojos! ¡Hasta el grosor de los
labios! …... ¡¡De esta forma, no puedo decir que soy igual a esa persona,
¿verdad?!!”
“Vaya, vaya, lo
lamento por eso, senpai. De todas formas, yo soy una pobre e inferior
estudiante. Tal parece que no me resulta perfecto del todo.”
Por supuesto, eso
era mentira. Teniendo el poder del demonio, es fácil hacer algo como hacer que
un rostro sea igual al de un sujeto en específico.
Sin embargo, no
lo hice así apropósito.
“¡Hazlo de nuevo,
una vez más!”
“Eso es
imposible, senpai. Cada uno puede cambiar su rostro una sola vez. Naturalmente,
si dice que no le importa ser poseída por el demonio, eso es otra cosa.”
“Maldición… …”
Mientras
observaba a Mayrana temblar de ira, susurré dentro de mi corazón: “Te lo
mereces”.
Tal parece que la
“Cuarta: la Sombra”, Mayrana, fue mandada por el alcalde de Calgaround, que
ahora se encuentra en la Meseta de Marigod. Ella hasta se está llamando a sí
misma por el mismo nombre, Santa Claus.
Ella no se curará
de su enfermedad llamada “crisis de identidad” hasta que muera, seguramente.
Escuché rumores
de que últimamente ella está en contacto con la llamada “Princesa que trae el
sueño”. Su objetivo es obvio. Como pensé, seguramente Mayrana desea tener
también un “recipiente de los pecados capitales”. Es decir, es su rivalidad
conmigo.
(… … Sin embargo,
¿estará bien llamar “recipiente de los pecados capitales” a eso?)
No parece que ya
vayan a venir clientes hoy. Yo me puse de pie hacer los preparativos para el
cierre de la tienda.
Sin embargo, en
ese momento, oí el sonido de alguien tocando a la puerta.
(¿Será un
cliente? Qué molestia. Si es así, sería bueno que entrara por su cuenta)
Caminé sin ganas
hasta la entrada y abrí la puerta.
“Vaya……”
El que se
encontraba parado allí era uno de mis compañeros, llamado “el Sexto: Venom”.
Era Gatt Colomb.
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