Aviso

Pues, la cosa es que si quieren encargarme traducciones, de canciones y así, pueden pagar por paypal al mail mizumi_himutako1619@hotmail.com si son del extranjero, y por transferencia si son de Chile (consultar datos a través del mismo mail). 2 dólares por canción.

lunes, 30 de septiembre de 2013

[Fanfic] Baroque - Soconpo / The Justice Story

The Wandering Pierrot

(Portada de su publicación en la Revista de ELAY)

Brindis… Expectativas… Un futuro sin un final a la vista.

     Muchas personas se reúnen alrededor de una mesa. Beben, se ríen, y conversan alegremente. En medio de todos ellos se encuentra el celebrado, mi protegido, Hiromu. Se ve aun más resplandeciente que de costumbre. Sus ojos brillan de felicidad, su cabello plateado hasta los hombros cae por uno de ellos, reflejando la luz proveniente del gran candelabro en el techo. Nadie puede dejar de observarlo, mucho menos yo. Se ve tan feliz…

-  ¡Muchas felicidades por la obra! – todos toman un trago nuevamente.
-  Fue todo un éxito, como siempre.
-  Todo te lo debo a ti, querido manager.

     Esa sonrisa de ángel, dirigida sólo a mí, me llena el corazón. No puedo evitar sonreír de vuelta. Una mano en mi hombro izquierdo rompe mi ensimismamiento.

- ¡Hey, Ikki! ¡Tu cliente es maravilloso! En tantos años en el negocio, nunca había visto un actor tan completo. ¡Es como los antiguos actores griegos!
- Es verdad. Nunca había visto un actor que pudiera hacer tan bien papeles tanto de hombre, como semi-femeninos. – opina otro colega.
- Es porque tiene un rostro y cuerpo muy andróginos, eso no se ve seguido. Por eso puede hacer de travestis bonitos, no como esos que se ven en la calle…

      Mmm… no me gusta el rumbo que está tomando esta conversación. Más cuando el productor se me acerca para susurrarme.

-  Oye… ¿cómo es en la cama? Lo sabes, ¿no?
-  ¡Oiga! No comience con ese tema de nuevo, o tendré que denunciarlo.
-  No digas eso, sabes que me interesa en serio.
-  Usted tiene esposa, señor. – parece no poder responderme.

     Es mi deber proteger a mi tesoro. No sólo porque me trae riqueza, y me traerá aun más dinero después de su triunfo en la obra de hoy. En realidad es porque…

-  Ikki-san. – la voz de mi pequeño interrumpe mis pensamientos. - ¿Podemos hablar en privado?
-  Eh… claro. Con permiso, señores. Sigan celebrando.

    Creo escuchar a lo lejos un “¡grande, Ikki!”, antes de dirigirnos a los baños del costoso restaurante. Aunque un poco incómodo, me río por lo bajo. Porque, después de todo, tienen razón.

     Ya estando en los baños, Hiromu me toma inmediatamente del rostro y me planta un beso en los labios, el cual devuelvo encantado. Me deja conducirlo hasta los lavabos. Lo tomo de las caderas y lo siento sobre ellos.

-  No podía esperar para tenerte en mis brazos… - susurro, para luego desabrochar la elegante camisa que trae puesta.
-  Tranquilo, Ikki, tenemos todo el tiempo del mundo. Nadie se atrevería a interrumpirnos.
- Eres la estrella de la noche. Se te permite todo hoy. – lo siento estremecerse cuando comienzo a morder levemente su cuello.
- Nn… te pareces al señor lobo de hoy. – un poco molesto por el tono divertido, lo tomo de los brazos y lo miro directamente.
- No me gusta que otros extraños te besen y te toquen. Aunque sea el papel de caperucita roja en la versión original del cuento, me molesta.
- ¿Te pones celoso?
- No me sonrías así, sabes que sí.
- Pero es mi trabajo, Ikki, es lo que amo hacer y lo que te da dinero a ti también.
- Lo sé… Sólo por ser tan hermoso y por ser tan bueno en lo que haces, te perdono. – aparto la mirada, aún un poco molesto, pero él me obliga a mirarlo de nuevo.
-  Gracias, Ikki. – vuelve a besarme, esta vez con ternura.
-  Me encanta verte actuar…

     Sus ojos brillan de otra forma, pero no le doy importancia al cambio de unos segundos. Tan sólo quiero hacerlo mío sobre ese lavabo. Entre las caricias y el sexo desenfrenado, ese brillo vuelve a aparecer en sus ojos verdes.

     Sí… parece que no habrá fin a este éxito.

**************************************************

Una máscara de payaso… Y la cara verdadera de alguien…

     Pasaron los días y me informaron de un nuevo trabajo para Hiromu. Se trata de una obra sobre como un payaso en la antigua roma se dedicaba a contar cuentos macabros a su público, con el fin de entretenerlos. Al poco tiempo, el payaso revela su verdadera personalidad y comienza a matar a todos sus espectadores, para luego pasar a la gente del pueblo. Finalmente es detenido y sentenciado a muerte.

Recibo el guión de esta interesante obra de manos del productor.

-  No se me ocurre nadie mejor para interpretar al payaso que tu muchacho, Ikki.
-  No lo defraudará, señor, se lo aseguro.

Vuelvo a nuestro departamento y le doy la noticia a Hiromu. Parece maravillado, tanto con la historia como con su papel.

-          ¡Waaa! ¡Me encantó! Cada una de las historias que cuenta Pierrot son escalofriantes, pero muy emocionantes. ¿Cuándo debo empezar?
-          En unos días. Apréndete el guión y ensaya hasta entonces.
-          ¡Gracias, Ikki! ¡Siempre me consigues los mejores papeles! – me da un beso en la mejilla antes de irse a ensayar.

Me hace tan feliz verlo así. Mi sueño era poder cumplir el suyo. Y ahora lo estamos logrando juntos. Esa mirada inocente mientras lee el guión, ese es mi Hiromu. Sí, nada puede salir mal…

**************************************************

Tiempo que no se puede detener…
Escenarios por los que pasó y las cosas que dejó atrás…
.
   La obra ha sido un éxito. Aun después de tantas funciones, los espectadores y los productores no dejan de alabar la actuación de Hiromu. Y él no deja de hablar de ese personaje, del tal Pierrot.

-          Pierrot no admitiría que le dejarán los platos sucios para lavarlos, Ikki. Deberías ser más considerado.
-          Hiromu, tú no eres Pierrot, deja de hablar de él.
-          No deberías ponerte celoso de un personaje, amor, es tonto. – me contesta divertido, y me lanza un beso mientras friega los platos.
-          …No estoy tan seguro.

Pero no me escucha. Otra vez está tarareando esa canción, la melodía de la obra, que canta Pierrot al finalizar sus actos en su circo romano. Lo miro preocupado desde la puerta de la cocina. Me parece que desde que tomó el papel de Pierrot, su actuación ha mejorado mucho, pero también cada vez está más metido en ese personaje. Habla todo el día de él, de lo que haría si viviera su vida. Primero traté de ignorar el asunto, entendiendo que Pierrot, en un principio, también era un actor, por lo que Hiromu podría sentirse más cercano a su persona. Ahora, esto ya es demasiado.

Pero cuando lo veo mover los cuchillos en sus manos mientras los enjabona, tomándolos con esa costumbre que se le contagió de Pierrot, no puedo evitar sentirme maravillado. Sí, tal vez las cosas no estén tan mal. Después de todo, se ve maravilloso en el escenario. Esto era lo que yo quería, no puedo quejarme ahora.

**************************************************

Puedo ver una figura deslumbrante en escena…
Pero parece que ni una sola persona conoce como se ve su verdadero rostro.

   Sin embargo, con el éxito también vinieron las críticas. Bueno, no exactamente críticas. Más bien la gente comenzó a creer que Hiromu se parecía demasiado al desquiciado de la obra. Aunque lo admiraban y lo alababan cada vez que podían, parecían sentir miedo de él. Algo tonto, a mi parecer, porque uno no puede empezar a confundir al actor con el personaje interpretado.

   Por otra parte, podría ser que tuvieran un poco de razón. Hasta yo me estremezco cuando lo oigo hablar como Pierrot fuera de escenario. Ya no habla de él, habla como él. Sin embargo, a pesar de sentir un poco de miedo, también siento renovada mi pasión por él. Tengo que estar maquillándolo de más para ocultar las marcas que le dejo luego de tener sexo con él. Es que es tan extraordinario. La magia que desprende en su actuación, su forma de bailar y cantar cuando interpreta a Pierrot, las frases que dice, la forma en que logra que el público enloquezca con él.

-          Siento que estamos cayendo por un agujero oscuro, y tú vas cayendo más rápido que yo… - no puede oírme: está durmiendo a mi lado, en nuestra cama. - ¿Podré alcanzarte en algún momento?

Comienzo a oír murmullos que salen de sus labios. Aun está dormido. Se ríe ligeramente. Un escalofrío me recorre el cuerpo cuando noto que es la risa con la que interpreta a Pierrot.

-          Apláudanme, vamos, aplaudan más fuerte…

Hiromu, ¿quieres eres en realidad?

**************************************************

Incluso en sueños, él oye los distantes aplausos y aclamaciones…
La silueta de una niña alada que se sienta sola en los asientos,
grabada en el fondo de sus ojos, la imagen sin desaparecer nunca…

   Quería ignorarlo, pero mi Hiromu está cada vez peor. Ahora me dice que vio a una mujer alada sentada en las gradas, cuando ya se habían marchado todos.

-          ¡Es el ángel que incita a Pierrot a seguir con su obra en el mundo real! ¡Yo lo sé, yo la vi! Y me estaba aclamando también.
-          Detente, Hiromu, estás cansado y las luces te hicieron ver algo que no estaba ahí. No puede haber un ángel en las gradas.
-          ¿Por qué no? Apuesto que sí. Apuesto a que vino a darme su guía igual que a Pierrot.
-          ¿Qué estás diciendo…?

El brillo rojo en sus ojos verdes es más fuerte que nunca y comienza a preocuparme. Pero al mismo tiempo no sé si quiero hacer algo para arreglar la situación. Todos estos meses he estado dividido entre esas opciones, mientras íbamos de ciudad en ciudad presentando la obra. No puedo evitar besarlo cuando lo veo reír infantilmente, tal como Pierrot. Es tan encantador. Realmente ese papel le viene bien. Entre inocente y sensual, y la pérdida de juicio lo hace más interesante aun. ¡Pero qué digo! ¡Tengo que arreglar esto!

-          ¿No has oído que están pasando cosas raras últimamente, que la gente está teniendo mutaciones espontáneas? Podría ser una mujer con una mutación de alas. – le digo, luego de romper el beso.
-          ¡No, no, no! ¡Es un ángel! ¡Es mi ángel! – lo miro molesto, reteniendo sus movimientos entre mis brazos.
-          Está bien. Iremos a consultar con ese hombre que dicen que sabe algo sobre esas mutaciones. Si él no dice nada que te convenza, entonces aceptaré que es el ángel de Pierrot, ¿hecho?
-          Hecho. – me sonríe mientras me estrecha el meñique. – Es una promesa.

Vuelvo a besarlo apasionadamente, mientras lo acorralo contra la pared de la sala de nuestro departamento. No puedo evitarlo, sé que debería regañarlo más, pero me tiene loco. Pierrot…

**************************************************

Una máscara usada para cumplir las expectativas de otros…
Así es como vivió toda su vida. Aun así,
él no sabe cuando la cara bajo la máscara desapareció.

   Como prometimos, lo llevo a ver a ese hombre extraño del que tanto se rumorea últimamente. En los días que pasaron entre que lo acordamos y hoy, han aumentado las noticias de gente cuyos cuerpos, de un día para otro, sufrieron mutaciones espontáneas. ¿Qué le está pasando a este mundo…?

-          ¿Estás bien, Ikki? Te ves preocupado.
-          Estoy bien, bebé, sólo me intrigan las cosas que pasan últimamente.
-          Pero, ¿no es maravilloso? Más inspiración para las historias en el circo.
-          Sí, a Pierrot le encantaría esta situación.

Lo veo correr hasta la puerta del pequeño edificio al que vamos. El viento mece sus cabellos plateados. Sus ojos rojos reflejan la tenue luz del sol que se asoma entre las nubes. ¿Siempre habían sido sus ojos de ese color?
Ingresamos en el edificio. Toco a la puerta de lo que supongo es la oficina de ese hombre.

-          Adelante.

Detrás de un escritorio se encuentra un hombre alto y delgado, con el cabello azul oscuro. Me llaman la atención los grandes audífonos que trae puestos, y las vendas cubriendo sus largas manos.

-          No me dijiste que el extraño señor era tan atractivo. – lo hago callar enojado, ante lo cual suelta una risita coqueta y divertida.
-          ¿Qué se les ofrece? – el hombre no parece afectarse por la intromisión.
-          Hemos escuchado que usted sabe cosas sobre las mutaciones que están ocurriendo en las personas, ¿es eso cierto?

El hombre se queda en silencio unos segundos.

-          ¿Saben a qué me dedico? – niego con la cabeza, y mi niño me imita. – Yo soy un guía. Ayudo a las personas a darles un sentido a sus problemas o a su vida.
-          ¿Cómo un terapeuta?
-          Algo parecido. – que respuesta más rara. No es eso lo que yo le pregunté. - ¿Alguno de ustedes necesita de mis servicios?

Estoy a punto de responderle que no y marcharme, pero mi niño me detiene.

-          ¡Yo! Yo quiero hablar con usted. Cierto, ¿cómo debo llamarle?
-          Mi nombre es Kitsune. Puedes llamarme así si lo deseas. Tú eres el actor que interpreta a Pierrot, ¿no? Te he visto en escena. Es un honor.
-          Gracias… - toma asiento con el rostro sonrojado.

Me marcho para dejarlos solos. Antes de salir lo oigo decir “había querido hablar contigo desde que te vi actuar…”
Pasada lo que sería una hora más o menos de esperar impacientemente, mi querido actor sale de la habitación muy feliz, seguido del tal Kitsune. Aprieto los puños con fuerza.

-          ¡Gracias, Kitsune-san! – me mira confundido cuando lo tomó del brazo y lo acerco a mi pecho, alejándolo de ese sospechoso sujeto.
-          Si no va a darnos ninguna información, nos vamos.
-          Yo ya hice mi trabajo. – me asegura tranquilo. – Pero el problema no es sólo de Hiromu-kun. ¿Cómo lo ve usted, Ikki-san?
-          No sé de que me habla. Vámonos, Pierrot.

Me detengo, paralizado. Oigo silbar a ese sujeto, quien, por lo visto, también notó mi error. Pero ninguno de los dos me corrige. Trato de apresurarme, temblando por los nervios. ¿Qué me está pasando?

Antes de marcharme, oigo la voz de Kitsune una vez más. “¿Qué es lo que esperas de él?”

**************************************************

Me pregunto qué vio él cuando miró al espejo.
¿Qué reflejó en lugar de aquello que él perdió…?

   Los casos de mutaciones registrados van aumentando cada día, y con ello, el brillo de los ojos rojos de Pierrot. Un día lo descubrí frente al espejo, mirándose el rostro maquillado. Parece maravillarle la pintura de payaso.

-          ¡Mira, Ikki! Desde hoy voy a usar mi ropa de trabajo todos los días. Me encanta este short a rayas, es precioso. ¿No crees que me viene bien?
-          Sí, amor, se ve muy bien.

Me posiciono detrás de él en el espejo. Desde hoy será la viva imagen de Pierrot. ¿Es que tenía otro nombre? No lo recuerdo. ¿Cuándo dejé de percibir el aire extraño que nos rodea? ¿Desde cuándo esa mujer con alas de ángel nos mira desde la ventana de nuestro departamento?

-          Que bueno que sigas asistiendo a mis presentaciones, Ikki, ¿te gusta oír mis historias?
-          Me encanta. – le respondo con seguridad, mientras tomo su rostro y apoyo mi frente contra la suya. – Te ves como un ángel caído hablando sobre el infierno. Es hermoso.

Aprieto firmemente su trasero, mientras le beso el cuello y afirmo el pequeño gorro de copa sobre su cabeza. Por más que le gusten sus pantalones cortos, para poder penetrarlo nuevamente necesito quitárselos. Lo escucho reír, seguramente de mi desesperación por poseerlo.

-          Quiero comenzar a llevar mis historias fuera del escenario, antes de que mi público se aburra de mí.
-          Jamás se aburrirían de ti.
-          No puedo perder a mi público. Debo terminar con ellos primero.

¿Debería alarmarme? No, se vería precioso bañado en sangre. Mi bella muñeca manchada de rojo…
¿Por qué el ángel nos observa con tristeza y desaprobación? Creí que apoyaría a mi Pierrot. La veo suspirar detrás de nosotros, para luego marcharse.
¿Por qué creí eso…?

**************************************************

Antes de que se diera cuenta, su máscara se convirtió en su verdadero rostro.
Un “barroco” obtenido al negar el futuro y deteniendo el tiempo.
Una máscara de su verdadera cara, llamada “The Wandering Pierrot”.

Ha llegado el día. En su última presentación, machete en mano, Pierrot descuartizó a todos los espectadores presentes. Yo me encargué de cerrar las puertas, las cuales quedaron manchadas de rojo, igual que mi muñeca.

Cuando todo termina, se queda de pie en medio del escenario, respirando agitadamente. Se ve realizado, feliz, pero tiene los ojos muy abiertos. Parece que el ángel, nuestro único espectador restante, percibe el aire a distorsión proveniente de él. Y aunque parece causarle tristeza, a mí me enloquece. Se ve sobrenatural.

Por fin voltea para mirarme. No sé porque no me preocupa que acabe conmigo también. Se me acerca con los ojos brillantes, de un profundo rojo. Ahora que lo noto, su sombrero ha crecido en tamaño. Sus brazos ya no se ven como antes: son más delgados, casi esqueléticos. Parece estar saltando cuando se aproxima a mí, como si sus piernas ya no fueran eso, si no un resorte. Mirándolo lo de cerca, eso son.

Está mutando. Una mutación rápida e indolora. Ni siquiera parece afectarle en algo su nueva apariencia. Veo como aparece un gran ojo verde azulado en su estómago. ¿Dónde vi yo ese color antes? Cierto…

De repente rompo en lágrimas. Fui yo quien permitió que esto pasara. Yo dejé que él se destruyera. Pero… Pero… me gusta tanto, antes y ahora. Lo sigo amando…

-          ¿Qué pasa, Ikki? ¿No te gusta lo que hago? Yo quería ser lo que tú querías que fuera.
-          Perdóname… Esto no tenía que suceder así…
-          Pero Ikki… - aun con sus anormalmente largos brazos esqueléticos que me rodean, es tan hermoso… Aún ahora no falla en confortarme. - ¿cumplo con tus expectativas?
-          Claro… Eres lo más lindo de este mundo, Pierrot…

Ya no hay vuelta atrás, ni para él ni para mí. Él ya es Pierrot, y lo seguirá siendo por siempre. ¿Y yo? Yo estoy perdidamente enamorado de su distorsión.

-          Kitsune-san lo llamó “barroco”. Una distorsión en el alma, que te ayuda a sobrevivir en el mundo que se avecina.
-          ¿El mundo que se avecina…?
-          Sí. Las mutaciones están aumentando a nuestro alrededor, es cosa de tiempo que nosotros también lo hagamos.

“Tú ya estás mutando”, quiero decirle, pero realmente él no parece notarlo. En vez, de eso, acaricio sus cabellos para tranquilizarlo. Pero en él no hay rastro de angustia o miedo. Él no sabe lo que pasa. Como siempre tan inocente…

-          También dijo que el “barroco” se puede contagiar.
-          ¿La locura realmente se puede contagiar?
-          Eso parece. Tú… ¿Tú mutarías también si yo lo hiciera? Yo querría hacerlo si tú lo hicieras.

Que pregunta más tonta. Beso sus labios con fuerza e introduzco mi lengua dentro de su boca, buscando ese delicioso sabor con ansia.

-          Claro, por ti haría cualquier cosa.

Sonríe sinceramente feliz, sentimiento que comparto. Nunca podría convertirme en el soldado que detuvo y ejecutó a Pierrot. Sucumbí a sus encantos desde hace años. Sólo me queda acompañar a mi muñeca asesina y esperar a que los dos mutemos completamente. Me pregunto, ¿cómo mutaré? No sé mucho de lo está pasando con la gente que muta y ese ángel. Aun así, quizás la distorsión no sea tan mala. Siento que de esa forma podré estar con mi Pierrot para siempre.

Además parece ser inevitable. “El mundo que se avecina” dijo ese hombre. Y ese ángel parece ser el presagio de todo aquello. Su mirada indica que lo sabe todo, tanto lo que ocurre ahora como lo que sucederá de ahora en adelante con el mundo.

Pero nada de eso importa ahora.

Sólo importamos él y yo.

Mi adorado “Wandering Pierrot”.

7 comentarios:

  1. omg esta buenisima m kede impactado no lo puedo creer esta no lo puedo describir fantasia mutacion tantas kosas esta genial saca otro cap te lo ruego *o* o.o :| -_- esta o mi dios genial no se pero esta historia tiene lo que busco XD esta tenebrosa me gusta.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Es un one-shot, no tendrá más caps XD Tal vez escriba no sé, algo corto sobre ellos alguna vez. Eso sí, escribiré más historias sobre el mismo tema. Más fanfics de este juego (si tienes la oportunidad de jugarlo, hazlo n.n) Tengo otra terminada, pero quiero corregirla bien antes de subirla =D

      Muchas gracias, me hace feliz que te haya gustado tanto <3

      Borrar
  2. es k esta genial m impacto eso de amor mutante XD lastima k es un one-shot pero por k no aces uno igual o una secuela no se algo por k me gusto el amor mutante-sadico-loco XD eres unica amigui *o* +_0. Oie kmo se llama y no sabia k lo abias sacado de un juego. es cierto te acuerdas k t pedi k subieras silver chaos pues no lo puede intalar bueno si lo instale el detalle es k no es compatible con mi sistema operativo (estoy llorando) por k me pasa esto ami

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Tengo una lista aquí mismo con todos los personajes y monstruos (este es basado en un monstruo XD) del juego de los que voy a hacer one-shots, así que tengo pa rato con esto n.n El juego se llama "Baroque", tiene una versión de PS2 y otra de Wii (las más actuales, xq tiene versiones más antiguas) Yo jugué la de PS2 =D

      Buu, tendrías q cambiar de sistema operativo o instalarlo igual, pero te ocuparía más espacio. Yo tengo XP, así que me corren todos los juegos BL, incluso los más antiguos n.n

      Borrar
  3. eres dichosa yo tengo el nuevo por k apenas me la compraron y pues eso es de mala suerte no lo crees pbre de mi tan feliz k estaba de jugar ese juego

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Pero si puedes instalarle otro sistema operativo aunque tenga otro, o reemplazarlo, y no instalarle el que trae. Es cosa de bajarlo de internet no más XD

      Borrar
  4. OK gracias lo vopy a intentar a ver k sale

    ResponderBorrar